Me planto: mujer y escritura

La expresión artística, con su infinitud de manifestaciones, es una herramienta psico mágica poderosa para liberar, afirmar y atraer aquello que intuimos pero no sabemos cómo manejar desde la mente analítica. Dejar de operar desde la parte izquierda del cerebro y entrar en los terrenos por explorar del hemisferio derecho es lo que hacemos cuando conectamos con el arte.


Dejemos atrás esa estúpida idea que el arte pertenece a otros, a otras, que «yo no sé» dibujar, pintar, moldear, escribir, hacer música, cantar, bailar. Es imposible que no lo sepamos, otra cosa es que la vida nos haya alejado tanto de nuestro sagrado aspecto femenino que nos cuesta desbloquearlo. No estoy hablando sólo para mujeres.


Este tiempo sin tiempo que tenemos hoy, mañana, pasado la familia humana es propicio para darle un espacio y soltar la avidez, la rapidez de las redes sociales al menos unas horas.

Mujer y escritura

Uno de los canales de expresión que la mujer, como género, como colectivo hemos utilizado siempre, a través de los siglos, es la escritura. Ya sabemos de la invisibilidad de muchas autoras, que por fin hoy van resurgiendo.


Sin embargo hoy, me quiero referir a las mujeres anodinas, las mujeres que pueblan este mundo, madres, compañeras, solteras, mujeres que nunca buscaron la publicación de sus obras, pero sí encontraron a través de la escritura de diarios, cartas, poemas, una manera de describirse a sí misma, y de explicarse la vida, partiendo de si misma, de su propia experiencia.


Me parece interesante, si este es tu canal expresivo, que te plantees, si es que no lo estás haciendo, dejarte llevar por las palabras, sin buscar resultado, sólo dejar que el río fluya tal cual hoy está: caudaloso, tranquilo, casi seco, da igual, pues el propio fluir de tu expresión te traerá de vuelta a tu danzante equilibrio.


Un buen momento para mí, es la mañana. Recién levantada, el mundo del ensueño se entremezcla con el olor a café, los sonidos de la casa y del exterior, ese sonido que llamo silencio y que me enamora. Es el momento en que me conecto con el agradecimiento, por las cosas que son parte de mi vida, es el momento en que me permito conectar con dar cuerpo, a través de mis palabras escritas a proyectos, o situaciones que deseo atraer. Ese suele ser el momento más tranquilo para escribir, más agradable, a veces no paro, a veces apenas siete frases, o una palabra.


Sin embargo, hay veces, en momentos de luna creciente que llegan a borbotones, saliendo de un adentro profundo, palabras y palabras a veces desordenadas, que he aprendido a aceptar y a anotar rápido porque suelen esfumarse rápidamente, cómo relámpagos en mi mente que sin embargo, pese a su efímera vida, traen mensajes muy poderosos. Algunos suelen ser el preludio de textos más elaborados.


La noche suele ser gran compañera para poner orden a esas notas dispersas


Este es el caso de este poema, que hoy recupero, para honrar este tiempo que decreté al escribirlo, en alguna noche del 2013 y que hoy siento afianzado, integrada mi tierra.


Todo llega, tente paciencia…

«Me planto» : Año 2013, tengo 46 años. Inicio el enraízamiento.

Me planto. (silencio)

Hasta aquí llegué.

Me he pasado la vida anhelándome

Negándome a ser

La que quiero ser

No siempre

Pero muchas veces

Demasiadas, me parecen hoy.


Con esta cosa

De poca cosa

Puesta en el ego

Viviendo de fachada

Y poniendo el énfasis

En buscar afuera

Aquello que está dentro.


Empiezo pues a poner orden

Al cajón de sastre

donde guardo mis deseos

Amontonados

Uno encima de otro.


Los extiendo ante mi

Sobre este rollo de papel de cocina,

Para poder contemplarlos

Y elegir los que

Realmente son

Deseos

Hoy.


Al llegar este momento

Me planto

O mejor dicho

Me trasplanto

Abandono mi raquítica maceta

Y en mitad de la tierra fértil donde hoy me hallo

En mitad de la nada que se extiende ante mi

Esa Nada que es un Todo

Tan llena de Vida ella

Yo,

Me planto.


Y me dejo expandir

Hacia dentro y hacia fuera.

Raíces, ramas, brotes y hojas,

Flores, semillas,

Abejas que me liban

Pájaros que se posan

Mariposas, lluvia, calor

Poesía, poesía,

¡Que viva Gioconda!


No tengo dudas

Quizás alguna

Pero las entrego

¡Tierra trágatelas!


Creadora de mi misma

De mi vida

De mi espacio

De mi tiempo

Contigo

Con ellos

Con ellas

Con esto

y lo otro.


Sí, me planto

En ese sentido de rendirme a la evidencia

De que no hay para mi otra elección:

Vivir con la sonrisa puesta

Y eligiendo a cada segundo

Aquello que la mantendrá

Dibujada en mi cara

Permanente en mi mente

Me rindo a la evidencia

De que estoy viva

Llena

Presente

Pacto conmigo, rotunda

Ahora

No más sufrimiento.

Por fin.

Bendita menopausia que se acerca…..