«LOS DATOS EPIDEMIOLÓGICOS SEÑALAN QUE PROBABLEMENTE LA DEPRESIÓN VA A SER UNA EPIDEMIA EN LAS PRÓXIMAS DÉCADAS, A MEDIDA QUE LA POBLACIÓN REACCIONE ANTE LAS FUERZAS SOCIALES PREVALENTES Y EL CLIMA SOCIAL MOLDEE ESAS REACCIONES EN FORMAS LO MÁS ADAPTATIVAS Y Y SOCIALMENTE ACEPTABLES POSIBLE»
JOHN J. SCHWAB, «A rising incidence of depression» 1970
Han pasado 53 años desde que John Schwab escribiera estas frases visionarias y aquí estamos, somos hoy una sociedad absolutamente atravesada por la depresión y las cifras siguen subiendo. Efectivamente sigue siendo una epidemia que todavía no se ha parado.
Quien no la conoce en sus carnes, tiene al menos una persona depresiva en su círculo de afectos.
Yo misma soy una persona con tendencia a la depresión.
Llegué a mi adultez deprimida sin saberlo, convencida que estar como yo estaba era bastante normal ...
Doy gracias a mi impulso por la vida que me hizo levantarme de la silla universitaria y me llevó a iniciar mi carrera profesional: dedicarme a bailar y enseñar a bailar, lo que luego me llevo a adentrarme en la consciencia energética y la terapia psico corporal. No dudo de que estas decisiones me ayudaron a no ir demasiado hondo en ese estado depresivo, a salir a flote gracias a ese cuerpo en acción, aunque no era del todo feliz, «no estaba bien», quizás te suena…
Me fui a bucear en solitario («Yo puedo sola» era mi lema), me encerré en la jaula del hámster, iba probando «cosas», viviendo desde cierta vergüenza el hecho de encontrarme ahí, día tras día, mes tras mes, de notar que no arrancaba, que algo bien hondo no terminaba de colocarse….Yo, tan, tan, tan de todo, menos débil… y obstinada en hacerlo por mí misma, sin ayuda externa, sola, pero no desde esa soledad de la que hoy disfruto, no: estaba aislada.
Decidí al fin, un año más tarde, iniciar un proceso acompañada por una psicóloga Gestalt que en la primera consulta me dijo que íbamos a ver cómo evolucionaba mi proceso fijándonos en el montón de pañuelos usados para sonarme los mocos, que yo iba colocando en una montañita, a mi derecha… Le pusimos todo el sentido del humor que pudimos pero cuánto lloré madre mía…
En ese mismo tiempo, una vecina me regaló un montón de libros alucinantes, (gracias Mª Angeles). Entre ellos estaba el libro de ALEXANDER LOWEN, «La depresión y el cuerpo», que escribió en 1972 y de dónde extraje la cita de Schwab. Esto se llama sincronía.
Lowen era también un visionario. Aparte de desarrollar la bioenergía que sigue siendo hoy día una herramienta que sostiene muchas terapias psico corporales, él ya describía la sociedad futura que hoy transitamos y en gran parte sus visiones pesimistas sobre el estado del alma humana se han cumplido.
«La depresión y el cuerpo», un libro publicado en 1972 es una joya, si bien algunas cosas ya se han quedado obsoletas, en la raíz del asunto, da en el clavo:
Me acompañé, entonces, desde el plano energético, siguiendo las instrucciones de Lowen y también profundizando desde la experiencia y la formación en Bioenergética, BioDanza, Shiatsu, me formé en Chikun, y siguiendo con el sistema consciente de Fédora Aberastury, estudiando cómo se mueve la energía en el cuerpo y a su alrededor, cómo se bloquea, como se estanca, cómo se aglomera en un lugar, y cómo podemos reequilibrarla.
Por otro lado, inicié un camino espiritual, que defino como aquella senda que una recorre para conocerse mejor a sí misma. Esto me llevó a leer mucho sobre ARQUETIPOS y hoy considero que la persona depresiva se ha convertido en un nuevo arquetipo, una manera de estar en el mundo y que, como todo arquetipo nos invita a despertar su luz, a entender qué se esconde detrás de la sombra que en un inicio trae.
Nunca se me había ocurrido compartir esta parte «oscura» de mi vida, ni que esta experiencia pudiera servir a otras personas pero en esta primera parte del 2023 he tenido de nuevo una depresión leve, no muy grave, porque la vi venir, y de primeras la acepté, porque efectivamente había pasado algo lo bastante gordo como para que me tocara «caer», «hundirme un poco», expresiones que uso con toda la consciencia, porque efectivamente lo primero que hemos de saber es que una depresión es una respuesta que nuestro cuerpo energético da para obligarnos de alguna manera a VOLVER A TIERRA, así que sí: nos hundimos…
El don que traigo y que he ido estudiando y perfeccionando se basa en la vinculación tan sutil que soy capaz de experimentar en el plano energético. Allá donde pongo la atención, allá siento, allá abro, allí libero, allí curo, me resulta fácil. Y sé que otro de mis grandes dones es enseñar a experimentarlo, es transmitir esa información y ayudar a despertar al cuerpo energético, a sentirlo, a conocerlo, a trabajar con esa dimensión.
1. La depresión es hoy una enfermedad colectiva: somos una sociedad depresiva y deprimida. Y en la ley sagrada de causa/efecto, la depresión es el efecto y la causa es la sociedad que habitamos, los ritmos, la insensibilización en la que nos tenemos que escudar para «sobrevivir».Cambiar el modelo social dónde habitamos va a ser determinante y es cosa nuestra, como colectivo consciente.
2. Habernos desconectado de la dimensión espiritual, no «creer», no aceptar leyes sagradas es una de las causas de nuestra depresión colectiva. No estoy hablando de religión, estoy hablando de espiritualidad.
3. Habernos desconectado de la dimensión espiritual, no «creer», no aceptar «leyes sagradas» es una de las causas de nuestra depresión colectiva. No estoy hablando de religión, rotundamente NO, sino de ese viaje de autoconocimiento que implica entre otras cosas conocer y aplicar las leyes energéticas.
4. Es tiempo de aceptar lo que se nos viene diciendo desde muchos ámbitos:
LA ENERGÍA ES CLAVE: ENTENDERLA, SABER GESTIONARLA ES HOY PARTE DE NUESTRA EDUCACIÓN, UNA LABOR URGENTE.
Por otra parte, la luminosa, estamos asistiendo a un despertar colectivo a la consciencia energética; más y más gente, sobre todo jóvenes, son más sensibles a lo que sienten, por ello se deprimen, se retraen en ciertos entornos que sienten hostiles y que son muchos… Cuando les acompañamos de cerca, sabemos que traen una sabiduría que les cuesta colocar en el mundo. La depresión tiene mucho que ver con esta impotencia que sienten, que sentimos porque también esto nos pasa, según vamos despertando a la consciencia energética.
Qué sincronía trae la vida: en los días que escribo este post, una persona muy cercana, una mujer llena de luz y de alegría, llena de esperanza por un mundo mejor, llena de acción y de amor, acaba de entrar en una crisis profunda que me toca acompañar de cerca, viendo cómo lo que yo he desarrollado para mí puede servir para otras.
Así que con más certeza todavía quiero seguir con lo que venía a compartir: una CLASE ONLINE el 21 de septiembre, que será previa al inicio del taller online «LAS RAÍCES DEL CUIDADO» dedicado al centro Raíz, dentro de la formación continuada MUJERES, CUERPOS Y AUTONOMÍA, que este año TIENE UNA VERSIÓN RETIRO PRESENCIAL EN BARRIKA (Bizkaia).
El 21 de septiembre a las 19.00 (España peninsular), hablaré específicamente de la depresión y de cómo podemos apoyar el proceso terapéutico también a través de poner nuestro cuerpo a favor, recuperar nuestra energía y empezar a aprender a protegernos energéticamente para salir y no volver a caer, o si recaes, cómo lo hago yo, cuando llegan las bajas presiones, las hemorragias energéticas, saber navegar más rápido. Para aquellas que están en depresión, como las que tienen alguien cerca en esa situación, o con profesionales en el ámbito de la psicología abiertos a ampliar la visión.
En lo que atañe a la depresión tenemos que reconocer que estamos llegando a niveles preocupantes, pero a la vez más y más gente estamos tomando consciencia de que UN CAMBIO ES INDISPENSABLE, UN CAMBIO COLECTIVO que nos pide hacer un trabajo consciente cada una consigo misma. Y muchas estamos dispuestas y dispuestos a hacerlo, queremos ser parte del cambio.
Nos vemos dentro
Con todo el amor, al servicio de la consciencia colectiva